La Realidad y los Desafíos de la Industria Musical Hondureña
A medida que nuestro país se integra digitalmente, el sector musical no puede quedarse atrás. Es importante reconocer que en tanto que los teléfonos inteligentes de bajos costos y el internet se tornan ampliamente disponibles, especialmente después de que la pandemia COVID-19 les dio a muchas personas la oportunidad de mejorar sus habilidades tecnológicas, debemos asegurarnos de crear oportunidades para que nuestros músicos logren su mayor potencial. Ahora es el momento de cambiar la narrativa que se ha creado de Honduras alrededor del mundo, y qué mejor manera de hacerlo que a través de la música.
Después de asistir a la Conferencia Latinoamericana para la Industria Musical (LATMUS) en mayo de 2021, pude reflexionar: Centroamérica tiene una industria musical en crecimiento y con un futuro prometedor. Por supuesto, mi optimismo no viene solamente por la Conferencia LATMUS — en el 2020 Latinoamérica fue, por quinto año consecutivo, nombrada la región con major crecimiento en el consumo de música en el Reporte Global de Música de IFPI. Esto gracias a los mercados en crecimiento en Brasil, México y Argentina. Mientras tratamos de encontrar formas de integrar a Centroamérica en esta misma conversación y compartir la identidad cultural única de sus países con el resto del mundo, estoy escribiendo esta opinión que destaca la realidad y los desafíos de la industria de la música en el país que esta ubicado justo en su centro: Honduras.
Durante muchos años, se ha discutido dentro de los círculos de creativos en el país que Honduras no tiene una industria musical existente. Hoy, después de pensarlo mucho, puedo decir que estoy totalmente en desacuerdo con eso. Aunque dicha industria es minúscula, está ahí y vale la pena trabajar por ella. Después de una pandemia global que trajo muchos desafíos, me siento con esperanza y confiado en que el gremio artístico del país se unirá con una misión común: mostrar al mundo un lado diferente de Honduras a través de su música. Estoy escribiendo este artículo para iniciar una conversación, para incitar a otros como yo a pensar diferente, para desafiar nuestras propias ideas y opiniones, y para crear oportunidades que darán esperanza a aquellos que sueñan con mostrar al mundo lo que Honduras tiene que ofrecer a través de sus artistas. Reconociendo que el sector musical es solo una pequeña porción de las industrias creativas en el país, y para entender de dónde vengo, es importante exponer el estado actual de esta pequeña industria con gran potencial:
¿Cómo generan dinero los artistas hondureños?
Los artistas hondureños generan dinero de varias maneras, pero sus dos principales fuentes de ingresos son: música grabada y presentaciones en vivo. Dado que estas dos son las más importantes, serán las únicas exploradas para los propósitos de este artículo.
Música grabada
Es importante entender que cuando se trata de música grabada en nuestro panorama actual, los artistas hondureños están compitiendo en un mercado global. En especial porque la música se distribuye digitalmente, en su mayoría de casos. Esto significa que cuando un artista hondureño sube una canción un viernes a Spotify, YouTube, Claro Música o cualquier otra plataforma de streaming, está compitiendo con todos los demás lanzamientos de artistas del mundo que también lanzaron una canción el mismo día. Por poner un ejemplo, si la artista hondureña Karlibeth Ortega, también conocida como “La Diva de la Bachata”, decide lanzar una canción el próximo viernes y la artista colombiana Karol G lanza una canción el mismo día, están compitiendo por oyentes y la canción con mejor calidad y empuje de marketing ganará.
Las reproducciones en la radio siguen siendo muy importantes para la música grabada y es una excelente manera de promover el trabajo de un artista, sin embargo, no se está tomando en consideración para el propósito de este artículo porque es considerada por la mayoría de los profesionales de la industria como arcaica, en comparación con la nueva forma en que se consume la música. Analizaremos el estado de nuestra industria en función de los datos del líder del mercado de las plataformas de streaming: Spotify. Después de haber sentado las bases para lo que está en juego y con lo que nuestros artistas locales están lidiando, vamos a echar un vistazo a los top 20 artistas en nuestro país. Para efectos de nuestro análisis, he decidido dividir la lista entre agrupaciones musicales y cantantes solistas. Analizaremos sus números de streaming en Spotify, y lo que dice acerca de nuestra pequeña industria musical. La siguiente lista representa los 10 artistas solistas hondureños más populares, la cantidad de oyentes mensuales en Spotify, su canción más reproducida, y un estimado de los ingresos de dicha canción:
Dando una rápida mirada a los intérpretes en esta lista, está claro que los artistas masculinos jóvenes que trabajan con un equipo internacional están dominando esta nueva era de la música en Honduras. Menor Menor es un joven de 26 años, originario de Triunfo de la Cruz, que logró su éxito bajo el sello discográfico Carbon Fiber Music con oficinas en Miami, en copropiedad de Franklin Martínez, quien también es hondureño. Trooko es un productor aclamado por la crítica que ha trabajado con artistas como Residente, Bad Bunny, Ricky Martin, Thalia e incluso Beyoncé. También es miembro con derecho a voto de la Academia Latina de la Grabación y ha ganado varios GRAMMY. El Chevo, por otro lado, es oriundo de El Progreso y tuvo éxito con “Métela Sácala”, una canción que se utiliza en clases de Zumba en todo el mundo hasta el día de hoy. Aunque algunos de los demás artistas de esta lista han presentado su música ante audiencias fuera de Honduras, trabajan principalmente a nivel local. Ahora demos un vistazo a las agrupaciones más populares en el país y sus números de streaming en Spotify:
Analizando esta lista podemos notar el impacto que ha tenido la canción “Sopa de Caracol” en la cultura hondureña y latinoamericana. Esta canción, bajo el género de “punta rock”, sigue siendo la canción más popular en la historia de Honduras. Así mismo, es importante resaltar que la mayoría de agrupaciones en esta lista fueron creadas antes del año 2000, demostrando que la antigüedad y la consistencia son herramientas importantes para alcanzar el éxito en el ámbito artístico.
Según Businessinsider.com, Spotify paga alrededor de $0.003 y $0.005 por reproducción; por supuesto, esto es solo una estimación. La cantidad de dinero que Spotify paga a los artistas depende de dónde vivan sus oyentes y de si pagan por la aplicación o escuchan gratis, por lo que esta cantidad puede variar de un artista a otro. Es importante tener en cuenta que los números representados en las tablas anteriores no representan las ganancias, solo los ingresos. Crear una canción exitosa es muy caro. Los artistas generalmente tienen que pagar a los productores, ingenieros de mezcla y masterización, promotores e incluso tienen managers personales que se llevan una parte de los ingresos. Cuando comparten créditos con otros artistas, también tienen que compartir los ingresos con todos los artistas acreditados. En el caso de los que están bajo sello discográfico, el sello discográfico también se lleva una parte de estos ingresos. Además de esto, la plataforma de distribución (CD Baby, TuneCore, DistroKid, etc.) también se lleva un pequeño porcentaje de los ingresos, sin mencionar los costos de mercadeo para promocionar la canción. Después de tomar todo esto en consideración, se puede llegar a la conclusión de que los artistas hondureños necesitan desesperadamente encontrar formas de expandir su audiencia para tener un negocio realmente rentable. Estoy seguro de que incluso los artistas de mayor éxito comercial del país estarán de acuerdo con esto.
Aquí otras conclusiones importantes de las tablas anteriores:
- Solo hay dos actos en la lista que incluye a artistas femeninas: Most Dangerous City y Las Chicas Roland. Los números de streaming de ambos actos son significativamente menores en comparación con los actos masculinos. Adicionalmente, en el top 10 de actos solistas no encontramos ninguna mujer. ¿Tiene preferencia el público hondureño por los artistas de género masculino?
- Guillermo Anderson, quien falleció en el 2016, todavía esta en la lista. Esto confirma el legado que dejó en el país y su importancia para nuestra cultura.
- Muchos de los actos en ambas listas incorporan el género denominado “punta” en sus canciones. Este género es ampliamente aceptado por el público local y sigue siendo una de nuestras mejores apuestas para poder competir con otros artistas a nivel mundial, adicional al género urbano.
Espectáculos en vivo
La segunda forma en que un artista gana dinero es a través de sus presentaciones en vivo. En este caso, pueden quedarse con todos los ingresos generados por la venta de entradas, excepto cuando se les paga una tarifa fija por actuar o el promotor o el lugar negocia la venta de entradas dividida (esto generalmente se negocia caso por caso). Es difícil medir la cantidad de dinero que se gana con las presentaciones en vivo dado que nuestra pequeña industria aún se encuentra en sus primeras etapas y no contamos con las estructuras adecuadas para integrar a los artistas intérpretes o ejecutantes como parte de la economía de nuestro país y generar datos precisos. ¿Qué significa esto? Bueno, es una conversación complicada, pero en esencia, para que los artistas intérpretes o ejecutantes puedan participar plenamente en la economía del país, un gran porcentaje de ellos tendría que estar registrados como contratistas independientes, recaudar impuestos sobre sus presentaciones, pero al mismo tiempo disfrutar de todos los beneficios que esto conlleva: la obtención de un seguro de salud social, una legislación adecuada que los beneficie e incluso los programas anuales ejecutados por el gobierno para promover su trabajo.
Aunque no pude encontrar datos específicos que nos dieran una idea de cuánto generan los artistas a través de sus presentaciones en vivo, aprovecharé mi experiencia personal y las conversaciones que he tenido con algunos de mis amigos músicos que viven y trabajan en dos de las ciudades más transitadas del país: San Pedro Sula y Tegucigalpa. Antes de que comenzara la pandemia de COVID-19, estas dos ciudades tenían una creciente escena musical en vivo. Los artistas generalmente actúan semanalmente en bares, restaurantes y eventos locales. Algunos incluso viajan entre ambas ciudades para tocar ante diferentes públicos. Aunque existe un porcentaje pequeño de artistas privilegiados que se dedican solamente a interpretar sus composiciones originales, esta no es la realidad de todos. La mayoría de las canciones interpretadas por los artistas en ambas de estas ciudades son “covers”. Un “cover” de una canción es una re-interpretación de la misma que no fue creada por el artista que la interpreta. Esto significa que los artistas no están tocando su música original, sino la música de artistas más populares de todo el mundo. Más adelante discutiremos por qué esto no es beneficioso para nuestros artistas. Un restaurante o un bar puede pagarle a un artista o banda una tarifa fija entre $150.00 y $400.00 por una presentación de dos horas. Un artista o una banda suelen presentarse una vez a la semana y tienen varios gastos que incluyen: alquiler de equipo de audio, alquiler de instrumentos musicales, pago de su transporte desde y hacia el restaurante, bar o evento, compra de su propio atuendo para la presentación, hacer gastos de peinado y maquillaje, y en algunos casos incluso alquiler de equipos de iluminación y bailarines.
Durante su actuación, el artista puede elegir su propia lista de canciones que generalmente se compone de covers. Quizás se esté preguntando: ¿por qué hacen esto si claramente se les está dando la opción de elegir las canciones? Este es un vaivén muy complicado. Sí, se les da la opción de elegir su repertorio, sin embargo, el público local está tan acostumbrado a los “covers” a este punto, que esta es la única razón por la que visitan el restaurante en primer lugar. El artista suele querer complacer al dueño del restaurante o bar para que puedan ser contratados nuevamente, dado que se trata de una industria muy competitiva. Pero, ¿por qué el público local prefiere escuchar una canción de un artista de otro país, en lugar de una canción original de quien realmente está presentándose? Bueno, esto nos lleva de nuevo a la naturaleza global de la industria. Como dije antes, el mercado de la música es global y nuestros artistas locales necesitan crear propuestas competitivas que puedan competir en calidad, identidad creativa y estrategias de mercadeo y distribución. Discutiré varias formas e ideas que nuestra industria puede explorar para comenzar a resolver todos estos problemas más adelante en este artículo.
¿Qué puede hacer el poder legislativo hondureño para ayudar a los artistas musicales?
Han habido varios intentos en el pasado para que el poder legislativo de Honduras redacte leyes que ayuden a poner a nuestros músicos e intérpretes en el camino del éxito. Los presidentes hondureños han apoyado a sabiendas a artistas aquí y allá y, en algunos casos, parecen ser verdaderos fanáticos. Sin embargo, como todos sabemos, existe una diferencia entre palabras y acciones. Aunque, como dije antes, la industria de la música es una industria global, nuestros músicos no pueden tener éxito sin una legislación nacional adecuada. No quiero usar este artículo para echar más leña al fuego en las muy difíciles conversaciones que se están produciendo en torno a la inestabilidad política del país. Sin embargo, independientemente de nuestra afinidad política, creo podemos estar de acuerdo en que todos queremos ver a nuestros músicos triunfar en el escenario mundial. Como dije antes, asistí a la Conferencia Latinoamericana para la Industria de la Música (LATMUS) antes de escribir este artículo, y he decidido nombrar algunos de los problemas que tenemos y exponer algunos ejemplos de cómo nuestros países vecinos están usando la cámara legislativa para resolverlos. Reconociendo que cada país es diferente y que la ley tiene diferentes complejidades, mi intención es resaltar cómo la legislación puede usarse de manera inteligente para ayudar a nuestros músicos a tener éxito. A continuación algunos ejemplos:
Problema: El público es reacio a escuchar música creada por artistas locales.
Ejemplo de solución mediante legislación: El Artículo 34 (Artículo 13 del Decreto 33–70 del Congreso) de la Ley de Radiocomunicaciones de la República de Guatemala establece que las empresas de radio deben contribuir a la promoción de la música creada por artistas guatemaltecos incluyendo sus canciones en al menos 25% del tiempo de programación. Además, deben nombrar al autor y hacer referencia a que es de Guatemala.
Problema: Los artistas no participan en la economía del país.
Ejemplo de solución usando legislación: Creadores de música en Costa Rica se registran en ACAM (Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica), una vez registrados aquí, ACAM cobra regalías de restaurantes, bares y eventos donde se reproduce su música. Además, los conciertos de artistas internacionales, que son muy populares en Costa Rica, tienen un impuesto adicional de alrededor del 5% que luego es distribuido por ACAM a compositores y autores. Esto no solo incentiva a los autores y compositores a registrarse, sino que también les crea oportunidades económicas.
Problema: La calidad, la identidad creativa y las estrategias de marketing y distribución no son competitivas con el resto del mercado.
Ejemplo de solución con programas gubernamentales: En 2015, la Secretaría de Cultura de Costa Rica, encargó un Plan Estratégico para el Sector Musical elaborado por un grupo de expertos. En este plan estratégico, delinearon las diferentes tareas que deben ejecutarse para asegurar que el sector musical de Costa Rica pueda competir con otros países del mundo. Este plan también incluyó ideas que integrarían al sector privado para lograr la misión y visión. ¿Qué pasaría si elaboramos un plan similar para Honduras?
Mirando hacia el futuro y desafíos a superar
Como escribí antes, Honduras tiene una industria de la música, pero aún está en sus primeras etapas. Tenemos muchos desafíos que superar antes de ver a nuestros músicos triunfar y presentar nuestra cultura, en forma de música, en los escenarios más importantes a nivel mundial. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para empezar. A medida que nuestro país se integra digitalmente, el sector musical no puede quedarse atrás. También es importante reconocer que a medida que los teléfonos inteligentes de bajos costos se vuelven más accesibles para nuestra población y el internet se vuelve ampliamente disponible, especialmente después de que la pandemia COVID-19 les dio a muchas personas la oportunidad de mejorar sus habilidades tecnológicas, debemos asegurarnos de crear oportunidades para que nuestros músicos logren su mayor potencial. Ahora es el momento de cambiar la narrativa que se ha creado de Honduras alrededor del mundo, y qué mejor manera de hacerlo que a través de la música. Según mi criterio profesional, estos son algunos de los desafíos que debemos superar antes de comenzar a ver un cambio:
Falta de profesionales del negocio de la música, managers, promotores y expertos culturales: La proporción de músicos contra profesionales del negocio de la música en el país es la principal raíz de nuestros problemas. Es importante comprender que los músicos no son pulpos. No cuentan con ocho brazos que les permitan controlar el booking, marketing, administración, contabilidad, promoción, peluquería, maquillaje, dirección creativa, etc. Una vez seamos capaces de educar a más músicos y aliados para convertirlos en expertos en gestión de las artes, podremos avanzar de una manera más organizada.
Falta de legislación: Una vez que tengamos expertos en el negocio de la música para informar nuestra toma de decisiones, necesitamos crear una legislación que beneficie a nuestra comunidad musical. Sin legislación, será imposible avanzar.
Fuerza en números y unidad: Para que Honduras sea verdaderamente competitivo dentro de la industria musical latinoamericana, necesita buscar unificarse, al menos culturalmente, con los otros países centroamericanos. Esto nos colocaría en una mejor posición a nivel mundial y podremos exportar nuestro talento con más consistencia. Sin embargo, este desafío es tan complicado que merece su propio artículo separado.
Falta de datos estadísticos: Para tomar decisiones más calculadas e inteligentes, es importante tener datos estadísticos. Necesitamos entender cuánto contribuye realmente nuestra industria musical a la economía del país, cómo el público se relaciona con nuestros artistas a nivel nacional, cuáles son algunos de los indicadores y patrones clave en el negocio de la venta de boletería, etc.
Falta de formalidad: Para que los músicos realmente despeguen, necesitamos encontrar formas de crear formalidad en la industria. Esto significa que necesitamos educar a un gran porcentaje del sector musical sobre cómo utilizar los contratos, cómo promocionar y subir su música a plataformas de streaming, cómo formar parte de asociaciones de músicos, compositores y autores, cómo crear un trabajo musical que pueda competir a escala global, cuánto cobrar por sus servicios, cómo utilizar un sistema de facturación, cómo encontrar manager, abogado y promotores, cómo integrarse a la industria musical internacional, etc. Si los artistas son conscientes de las formalidades del negocio, será más fácil integrar esas prácticas en sus actividades diarias. Un buen lugar para comenzar puede ser agregando una clase de negocios de música para los estudiantes que se están preparando para convertirse en músicos profesionales en la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH). Esta clase debería enseñarles todos los entresijos de los mercados musicales internacionales. Aunque el plan de estudios de la UNAH establece que los estudiantes que se gradúen podrán trabajar como expertos en cultura y administrar instituciones de arte, no hay ninguna indicación en el plan de estudios de que los mismos toman clases relacionadas con los negocios para respaldar esta afirmación.
Calidad: Como he escrito muchas veces en este artículo, los músicos hondureños están compitiendo en un mercado global. Para que las audiencias locales e internacionales elijan su música sobre cualquier otra, es importante que las canciones cuenten con los estándares de calidad de la industria musical latinoamericana. Por supuesto, esto no es una exigencia sencilla. Se requieren muchos recursos para lograr estos estándares — los cuales debemos encontrar formas inteligentes de proporcionar a nuestros artistas. Sin embargo, la calidad no solo se compone de conceptos técnicos como mezcla y masterización, también requiere que los artistas hagan música con una identidad única que pueda diferenciarse de otras en el mercado, además de acompañarla con una estética interesante, y estrategias innovadoras de promoción y distribución (para las dos últimas, necesitarán la ayuda de un profesional de la industria de la música).
Reflexionemos:
Como dijo Rodolfo Bueso, artista de San Pedro Sula, Honduras, en su canción Re-Inventarnos: “Vamos a reinventarnos para ser mejores, llenar el mundo de miles de colores”. En cierto modo, no solo interpreto esta letra como un llamado a la acción, sino también como una frase profética. La pandemia en curso nos ha enseñado muchas lecciones, pero las más importantes son: no esperar al mañana, no tener miedo de interrumpir el status quo y reinventarnos en cualquier momento que lo necesitemos para ser mejores hondureños. Entiendo que las complejidades que he destacado aquí pueden parecer inalcanzables dada nuestra situación actual, sin embargo, nunca es demasiado tarde para iniciar una conversación entre nosotros y buscar formas de mejorar la vida de nuestros compañeros músicos.